domingo, 28 de abril de 2013

Cine-Crítica: Vacaciones en el infierno . Loca evasión


VACACIONES EN EL INFIERNO (2012) USA
Get the Gringo
Director: Adrian Grunberg.
     

     En los últimos años Hollywood ha estado más preocupado de la vida privada de Mel Gibson y de destruir su carrera, que de interesarse por el talento del director y actor, en parte por su propia culpa, y eso lo ha pagado con creces desde hace una década. Gibson ha sido una mina de oro para la industria del cine que tiene por lema tanto vales como recaudes en taquilla de tu última película. El suyo es un claro paradigma de lo que no quiere el Hollywood actual que en los últimos años se preocupa por oscarizar al cine políticamente correcto; los The Artist (2011) o Argo (2012), ejemplos de cine muy correcto pero que arriesga lo justito, y de aislar a tipos como Gibson, no vaya a ser que se salga del carril de la progresía hollywoodiense.
     Vacaciones en el infierno comienza con una huída desesperada en coche de un tipo como Driver (Gibson) y su compañero desangrado, con un suculento botín de millones de dólares, y con la policía pisándole los talones. Atravesando la frontera a Mexico con  el vehículo, se accidenta y es detenido por las autoridades y enviado a una peculiar cárcel mexicana llamada El Pueblito donde sobrevivir cada día es un logro. El relato está inspirado en 
hechos reales de la cárcel de La Mesa localizada en Tijuana, Mexico, cerrada por el gobierno del país en 2002.
     El realizor Adrian Grunberg muestra sobradamente su ingenio y habilidad en esta película que ha sido una de las grandes sorpresas de los últimos meses. No por casualidad ha sido director de segunda unidad de películas como Traffic (Steven Soderbergh, 2000), El fuego de la venganza (Tony Scott, 2004) o Apocalypto (Mel Gibson, 2006).
     Con estos antecedentes, el protagonista llega a la peculiar cárcel de El Pueblito y te encuentras con una película con ideas, con gran sentido del ritmo y además con grandes dosis de humor, momentos en los cuales se nota la mano en el guión de Mel Gibson coescrito junto al propio director, y dotándolo además de unos personajes bien diseñados. También te muestra una cárcel como nunca se había visto en el cine, viviendo los reclusos con las familias dentro y paseando por el recinto cual centro comercial donde se pueden portar armas. Cabe destacar además al otro protagonista de la historia, el joven actor Kevin Hernández que interpreta a un veraz niño de 10 años que se las sabe todas, y que formando dúo con Driver son pura dinamita.
     Es una gran noticia con Vacaciones en el infierno haber visto de nuevo a Mel Gibson echándose al barro y demostrando oficio. La calidad en el cine no está reñida con la comercialidad. Cine gamberro y sin prejuicios.  (7/10)
     
     Fernando Rodríguez

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