Se acercan los play-off y por tanto el final de temporada en la ACB, y hay varias cuestiones referentes a la selección nacional de baloncesto que cabe plantearse para el Europeo de Eslovenia el próximo septiembre. Parece en principio que las vacas sagradas que han hecho historia en la última década como Navarro, Pau Gasol, Calderón o Felipe Reyes, se han ganado sobradamente el derecho a decidir si van o no al próximo Eurobasket. Y es obvio que la generación campeona del mundo junior en Lisboa 1999, salvo alguna excepción no va a pasar más allá de los próximos Juegos Olímpicos, y ha llegado la hora de empezar trabajar con la gente que viene por detrás.
No podemos estar siempre en un torneo tan duro como el europeo en las medallas, y ayuda poco la carencia de jugadores seleccionables en ACB, que no ha resuelto sus problemas desde la Ley Bosman allá por la década de los 90. Debemos confiar que en estos próximos años se asienten en el campeonato jugadores interesantes como Álex Abrines, Dani Díez o Álex Suárez. Visto el panorama sólo unos pocos elegidos conseguirán jugar en la liga, elegidos digo porque el jugador “tipo” de nivel medio para completar las plantillas va a seguir viniendo de fuera, o eso parece.
Si como creo que debe hacer el seleccionador, apuesta por savia nueva, no le queda mucho margen de maniobra y debe apostar por los jóvenes Xavi Rey, Pau Ribas y Pablo Aguilar. De la misma manera que se han ganado sobradamente una oportunidad los veteranos Nacho Martín –probablemente a día de hoy el MVP de la liga regular- y Germán Gabriel, que es un seguro de vida. Otros jugadores veteranos como Vázquez o Mumbrú renunciaron en su momento y ha llegado el momento del relevo, aunque no sea una decisión fácil en el corto plazo. La columna vertebral serán los “jóvenes veteranos” encabezados por Rudy Fernández y Marc Gasol.
Orenga debe dar el paso y pensar en el cambio. En sus manos está.
Fernando Rodríguez
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