Empezamos comentando el Real Madrid-Maccab
i, donde el equipo blanco ha estado muy enchufado durante toda la serie, endosando un 3/0 al conjunto israelí. En el tercero y definitivo Maccabi aguantó dos cuartos hasta que el Madrid (como casi siempre) tuvo un cuarto donde le dió la gana defender y su inspiración en ataque subió un escalón. A partir de ese momento los macabeos bajaron los brazos inexplicablemente dejándose llevar hasta el final del partido. Yo nunca había visto abandonar el público de las gradas de "La Mano de Elías" a falta de tres minutos para terminar el encuentro. Imaginaros el desencanto en general.
El cruce CSKA-Caja Laboral vivió dos victorias por aplastamiento del equipo ruso, en los choques iniciales jugados en Moscú, un atisbo de recuperación en el tercer partido del equipo vitoriano, y un cuarto y definitivo de mucha igualdad,con un arbitraje más que polémico. Destacar a Khryapa, que ha hecho una gran serie.
La eliminatoria entre Olympiacos y Anadolu Efes, probablemente haya sido la de mayor calidad e igualdad de los dos contendientes. Aqui el factor cancha ha sido decisivo, puesto que nadie ha arrancado una victoria en cancha rival, como asi sucedió en los otros emparejamientos. El quinto y definitivo disputado en el Pireo ha tenido varias alternativas con una defensa en zona del Efes que ha hecho daño a los helenos, pero que a pesar de todo han realizado un final de último cuarto fantástico llevandose la victoria por diez puntos.
Y por último voy con la eliminatoria objeto de la publicación de este artículo Barcelona-Panatinaikos. El baloncesto, que es un deporte mágico, espectacular, dinámico y en el que se busca el equilibrio, ha quedado reducido en este cruce a la racanería, la estopa mix, el juego subterraneo, y en definitiva "el antibaloncesto". Los entrenadores de ambos equipos tienen todo que ver en esta apreciación, porque empezando por el señor Xavi Pascual, conocido no presisamente por su apuesta por el espectáculo, y el señor Pedoulakis, un entrenador que fue capaz de cambiar a media temporada a un jugador talentoso como Panko, por un saltarín que no mete una canasta más allá de un metro del aro, como es el alero James "muñeca de madera" Gist, nos da a entender la filisofía de este coach, donde prima la defensa de parar al contrario como sea, y en ataque posesiones de 24 segundos, donde Diamantidis coge el balón y lo bota hasta que le salen callos en las manos. Por cierto, el base heleno ha hecho una serie desastrosa, y el triple de la victoria en el segundo partido fué solo un espejismo. En el quinto y definitivo, firmó unos paupérrimos 3/9 en tiros de campo y 3 asistencias en 30 minutos de juego. Así mismo el equipo griego acusó su falta total de talento, en donde cada ataque se convierte en un sufrimiento para anotar canasta, y el tiro exterior fué una rémora insuperable terminando con un "espectacular" 1/16 en tiros de tres. La eliminatoria se resume en el antibaloncesto hecho realidad ante nuestros ojos.
Santi Parroquiano