domingo, 13 de abril de 2014

Cine-crítica: Nebraska

Domingo, 13 de abril de 2014

“Estreno”

Insólita mirada a la América profunda  

NEBRASKA
(2013) USA
Nebraska
Director: Alexander Payne (115 min.)



Ilustración de Jake Rowles
La historia se centra en Woody Grant (Bruce Dern), un anciano con síntomas de demencia que emprende un viaje en coche junto a su hijo menor David (Will Forte) con el que mantiene una relación distante y apenas ve. El itinerario comprende desde su casa en Billings (Montana) hasta Lincoln (Nebraska), para reclamar el premio de un millón de dólares que supone haber encontrado en una revista. Las desavenencias entre padre e hijo debido a los problemas de alcoholismo de Woody, tomarán otros derroteros ante la sorpresa de la madre Kate (June Squibb) y del hermano mayor triunfador Ross (Bob Odenkirk).

     Alexander Payne vuelve a la road movie de personajes solitarios en permanente búsqueda interior, a territorios cercanos de  A propósito de Schmidt (2002) o Entre copas (2004). Nebraska refleja el reverso perdedor de los Estados Unidos. Una mirada rural a una de las zonas más despobladas y desconocidas de un país nada común en el cine norteamericano, poniendo el foco a través de la narración del abandono que padece buena parte de la población alejada de las grandes urbes, sin trabajo, dependiente del alcohol, con escasa formación y cualificación profesional, ni cobertura médica. En este aspecto la fotografía en blanco de Phedon Papamichael adquiere todo el sentido como vehículo perfecto para presentar una historia y personajes que son el reverso del American way of life, aquí muy mal parado, que refleja un modo de vida poco frecuentado en el cine estadounidense como ya ocurriera en la todavía reciente Mud (Jeff Nichols, 2012).

     Como ocurre con las historias-itinerario, lo sustancial no es el destino sino el camino a recorrer y Nebraska no es una excepción. Los protagonistas hacen una parada en el pueblo que dejó 30 años atrás para encontrarse con su hermano, el lugar donde Woody nació y creó una familia. De esta manera tendrá oportunidad de revivir parte del pasado y zanjar algún que otro asunto pendiente. En este intervalo también habrá espacio para visitar su abandonado hogar, pasar por un cementerio luterano, cometer un equívoco cómico, reavivar rencillas familiares, saludar a antiguos amigos, desatar falsos cotilleos o cerrar viejas heridas mal cicatrizadas del pasado.

      Los actores están bien, en especial Bruce Dern, impecable en el papel de Woody como ese testarudo y alcohólico anciano con evidentes signos de demencia reclamando atención, y June Squibb, actriz que interpreta a una divertidísima madre atónita ante el arranque viajero de su marido y la condescendencia de su hijo menor, encarnado por un ajustado Will Forte. Como suele ser habitual en la filmografía del director, el tono dramático de la historia contiene buenas dosis de humor insertadas de manera eficaz en las situaciones más insospechadas, que es como mejor funciona.

     Payne ha creado con este sexto largometraje su mejor film y una notable película. Nebraska es más de lo que aparenta y creo que necesita de un segundo visionado para apreciarla mejor. Sus silencios, humor grueso, o su humanidad son aspectos importantes, pero accesorios respecto de la insólita mirada que ofrece de la otra América, la desconocida América profunda. (7/10)  


      Fernando Rodríguez

3 comentarios:

  1. Tengo pendiente esta peli. Toda la filmografía del señor Payne demuestra que estamos ante un grande del cine.
    Excelente entrada
    Un saludo

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  2. De acuerdo contigo Marybel. El director ha demostrado mediante sus películas que es un gran narrador, de los mejores en la actualidad.
    Gracias por el comentario y por cierto, felicitaciones por tu blog, es estupendo.
    Saludos veneciana!

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