Viernes, 13 de diciembre de 2013
“Estreno”
BLUE JASMINE
(2013)
USA
Blue Jasmine
Director: Woody Allen (98 min.)
Blue Jasmine
Director: Woody Allen (98 min.)
Confieso que soy de esa parte de público seguidor de Allen que
ha perdido el interés por su reciente filmografía. En su última etapa había
perdido la brillantez, la chispa que detonaba a sus films, funcionando estas
películas más como una sucesión de sketches que de trabajos a la altura de su
pasada filmografía. Desde finales de los 90 con la incomprensiblemente
sobrevalorada Acordes y desacuerdos
(1999), encadenó algunos films intrascendentes y por debajo de su nivel que además
fueron fracasos en taquilla, y claro, la industria del cine no perdona a nadie
y menos a una cara tan vista como por el aquel entonces sexagenario Allen. Se hizo
entonces imposible conseguir financiación para filmar en Nueva York, y lo peor de
todo es que con su forzoso traslado a Europa no solo no llegó la inspiración
sino que en algunos casos perdió su impronta, salvo en honrosas excepciones
como esa maravilla titulada Midnight in Paris
(2011). Supongo que en ese distanciamiento ha tenido que ver algo el hecho de
quedarme con el recuerdo de las películas de su mejor etapa, ese amplio periodo
que abarca desde La última noche de Boris
Grushenko (1975) hasta Desmontando a
Harry (1997). Más de veinte años de brillantez para el neoyorkino, un tipo con
especial habilidad para diseccionar las miserias del ser humano y uno de los
mayores talentos cómicos que ha dado el cine.
En el caso de Blue Jasmine, la acción se centra en el
personaje de Jasmine (Cate Blanchett), una mujer de la alta sociedad
neoyorquina casada con Hal (Alec Baldwin), la cual se encuentra de la noche a
la mañana sin dinero y sin casa. Decide entonces trasladarse al apartamento de
su hermana Ginger (Sally Hawkins), una mujer de clase trabajadora que vive en
San Francisco. De esta manera intentará recuperarse del duro golpe que ha
supuesto el cambiar radicalmente de vida, pero su incapacidad para adaptarse a
la nueva situación y el consumo de antidepresivos le traerá graves
consecuencias que también afectarán a quienes la rodean.
El director
neoyorkino se vuelve a poner serio, retorna a ese género dramático que ya bordó
en su época dorada, con grandes personajes femeninos como fueran las fantásticas
Hannah y sus hermanas (1986), Otra mujer (1988) o Maridos y mujeres (1992). El personaje principal de Jasmine, es diseccionado
según avanza la trama a través de saltos temporales, un recurso narrativo muy
utilizado por Woody Allen en su filmografía. Aquí una vez más está brillante, utilizando
un aspecto reciente de la alta sociedad neoyorquina que muestra a esos hombres
de negocios que de un día para otro lo han perdido todo y que son incapaces ellos
y quienes les rodean de sobrevivir sin el lujo y el engaño.
Cate Blanchett está espléndida,
de Oscar, interpretando a la protagonista, una mujer de una bajeza moral que
raya entre lo cómico y lo patético que en ocasiones asusta. Una manipuladora de
tomo y lomo de cuantas personas se cruzan en su camino, en otro tiempo incapaz
de desprenderse de la venda que le impedía ver más allá de las comodidades y el
dinero. El contrapunto lo pone Ginger, la hermana de la protagonista a través
de una estupenda Sally Hawkins, un personaje generoso y sin dobleces que conoce
sus limitaciones aceptando a quienes la rodean. Allen está de vuelta y dispara a todo lo que se mueve, y no hay personaje en Blue Jasmine del que se apiade ni ridiculice
hasta despojarle en algún momento de su autoestima. Es cierto que en algún
momento del film hay alguna subtrama y algún que otro personaje que sobra, pero
ni molesta ni entorpece en lo sustancial del conjunto de la historia.
Con Blue Jasmine, el Woody Allen más pesimista
y certero con lo que le rodea está de vuelta. Jasmine ejemplifica lo
superficial de una sociedad de consumo fracasada, del tanto tienes tanto vales,
demasiado ocupada en mirarse el ombligo y muy poco en arrimar el hombro, que ahoga
su frustración poniendo zancadillas y refugiándose en un vaso de alcohol, incapaz
de preocuparse por los demás. Ha sido un placer ir al cine para ver que Woody
no ha perdido ni la puntería ni el genio. Gracias maestro. (7/10)
Fernando Rodríguez
Hace muchos, muchos años que no disfrutaba tanto con una película de Allen como con esta "Blue Jasmine". Seguramente no es su mejor película, pero disfrutar en el cine como disfruté con ella, no tiene precio (casi, ni el de la entrada, jajaja).
ResponderEliminarHemos Visto
http://hemosvisto.blogspot.com
Estoy de acuerdo contigo, es un placer haber ido al cine y reencontrarse con un buen Woody Allen. Esperemos que pueda seguir manteniendo este nivel. Saludos!
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