Domingo, 13 de abril de 2014
"Estreno"
EL GRAN HOTEL BUDAPEST
(2014) USA
The Grand Budapest Hotel
Dirección: Wes Anderson (99 min.)
The Grand Budapest Hotel
Dirección: Wes Anderson (99 min.)
Ilustracion de Stanley Chow |
Wes Anderson tiene el
privilegio de muy pocos directores del cine actual norteamericano, que es el
articular un discurso y universo propios con un estilo expresivo singular y un control
total de todos y cada uno de los detalles de las producciones en las que se
involucra, como si fuera un Fellini del siglo XXI. El hombre que viste de tonos
pastel como sus propios personajes, es del tipo de realizadores que ejemplifican
mejor que nadie el término de autor, que ha tenido además la fortuna de contar
desde Los Tenenbaums. Una familia de
genios (2001) con el apoyo incondicional de uno de los mejores y más audaces
productores de Hollywood como es Scott
Rudin. Contrariando la opinión de gran parte del público y crítica
especializada piensan, Anderson ha evolucionado en sus últimas películas desde
que a mediados de la década de los 90 emergiera con Bottle Rocket (1996) y Academia
Rushmore (1998).
Fernando Rodríguez
En El
gran hotel Budapest la acción se centra en Gustave H. (Ralph Fiennes), un
legendario conserje del prestigioso hotel centroeuropeo en la época de
entreguerras aficionado a estrechar relaciones con ancianas adineradas, que un
día conoce a Zero Moustafa (Tony Revolori), un joven mozo empleado del hotel
con el que entabla amistad y lo convierte en protegido suyo. Tras el
fallecimiento de Madame D. (Tilda Swinton) una millonaria asidua del hotel y
amiga de Gustave H., se produce el robo de una pintura renacentista de
incalculable valor propiedad de la difunta que desencadena una desesperada
persecución por tan codiciada pieza, que encabezarán sus herederos de entre los
que destaca el codicioso Dmitri (Adrien Brody) y su temible guardaespaldas
Jopling (Willen Dafoe). Como telón de fondo, la historia se desarrolla en una convulsa
centroeuropa con numerosos levantamientos que transformaron el continente
durante la primera mitad del siglo XX, en la época de mayor auge del escritor
vienés Stefan Zweig, el cual es citado en los créditos de la película como
fuente de inspiración en el guión del propio realizador.
Todas las señas de identidad temáticas y
estéticas del cine de Wes Anderson están presentes en El gran hotel Budapest. La orfandad del joven que persigue una
figura paterna, la capacidad para crear un personaje propio del escenario donde
se desarrolla la acción, los planos horizontales con movimientos de cámara simulando
el paso de una diapositiva a otra, peleas ridículas, el amor platónico a
primera vista, o el humor ingenuo, melancólico, excéntrico y aventurero de los
personajes que conforman parte del universo andersoniano que agradecemos sus
fervientes seguidores. Un espléndido Ralph Fiennes interpretando a Gustave H.,
y su pupilo Zero Moustafa, son el hilo conductor de una alocada trama que es
mejor no desvelar demasiado en la que enseguida empatizas con todos y cada uno
de los personajes. El motor de la historia es el robo del preciado objeto que
desata una serie de hilarantes situaciones entre los personajes que interpretan
actores de la talla de Jeff Goldblum, Tilda Swinton, Adrien Brody, Harvey
Keitel, Willem Dafoe, Edward Norton o la joven Saoirse Ronan. Todos ellos actores
en personajes bajo la mirada de unos estupendos F. Murray Abraham o Jude Law
que son los motores de la narración, y que cuenta también con cameos de
habituales del director como Bill Murray, Owen Wilson o Jason Schwartzman.
A
través del minucioso y desbordante diseño de producción característico de
Anderson, dota de personalidad propia al hotel convirtiéndolo en un lugar casi
mágico, con vida propia. Continuando la senda que inició con esa obra maestra y
punto de inflexión que fue Fantástico Sr.
Fox (2009), el director tejano ha dado un paso al frente proporcionando a sus
historias de una fluidez y agilidad narrativas más accesibles al gran público
sin perder un ápice del sello personal, ampliando así su público potencial en
las salas de cine.
Dicho esto cabe advertir que el humor del
film puede no ser apto para todos los gustos, es cierto, pero no es óbice para
señalar que es una ocasión espléndida para quien no conozca el cine del
director de zambullirse en su particular universo. Con El gran hotel Budapest Anderson ha creado una película deliciosa,
una peripecia cómica como las de antes con el acertado uso del formato no
panorámico, que se mueve a las mil maravillas en el estrecho y arriesgado filo
que separa la genialidad del patetismo. Todo en ella es encantador e inocente. Una
rara avis en el cine del siglo XXI de las 3D. Gracias Wes, genio y figura. (9/10)
El reparto es soberbio y el director no se queda atrás!!
ResponderEliminarEs una buena oportunidad de disfrutar de un plantel de actores magnífico y de un Wes Anderson en estado de gracia.
ResponderEliminarGracias por comentar. Saludos!